Por:

Maria Clara Hoyos

Presidente ejecutiva

Asomicrofinanzas

El microcrédito da alas a los emprendedores

Las casualidades de la vida. Un joven vecino de silla durante un corto vuelo saca su computador y pone en el motor de búsqueda la palabra microcrédito. Quien está a su lado se sonríe y observa lo que le pasa a una persona cuando busca información sobre esa palabra cargada de significado para quienes estamos en el mundo de las microfinanzas.

Le salen opciones como: qué significa, su plazo máximo, diferencia con un crédito y los tipos que hay disponibles. Lee uno a uno esos contenidos y reflexiona a medida que avanza en su lectura. Por su actitud y algunos detalles más como el empezar a hacer cuentas y buscar opciones disponibles en el mercado, hace evidente que se trata de un emprendedor que requiere financiación, deseoso de ponerle alas a ese proyecto que lo hace soñar esperanzado.

Quien lo observa le pone conversación y confirma que quien está a su lado es un emprendedor. Oportunidad de oro encontró el joven pues pudo aclarar las dudas que le surgieron, tenía alguien con conocimiento en la materia disponible para él en ese momento.

Su cara fue cambiando, pues creía que no podía acceder a un préstamo… se autoexcluía. Pero comprendió que, en el camino empresarial, el microcrédito tiene opciones que hacen posible la financiación, convirtiéndose en una alternativa segura para generar un cambio económico positivo para él, su familia, su región y comentó con alegría que incluso para el país.

Qué alegría es ver cómo el microcrédito es un aliado en la lucha contra la exclusión financiera, que se adapta a las necesidades y capacidades de quien lo requiere, pero sobre todo de los más vulnerables.

Esa persona que estaba junto al emprendedor puede ser usted o puedo ser yo. Es claro que, en todos los rincones del país, en el campo, en la ciudad, en la tierra o en el aire, hay un empresario por cuenta propia que requiere de un microcrédito, ese puente financiero que conecta las aspiraciones con la realidad.

Tenemos un gran reto que es la educación financiera, estamos llamados a buscar cada vez más y mejores caminos para construir una cultura financiera donde el microcrédito esté en primer lugar, donde la legalidad rompa con la peligrosa informalidad.

El microcrédito es, sin duda, un aliado que impulsa la formalización de los emprendimientos y el crecimiento de quienes desean crecer… estimula la actividad económica en los rincones más remotos del país.